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Luz Marina Ramírez, narrando lo que nadie quiere contar

Por Ronald Mahecha Roa


Con solo cruzar unas cuantas palabras con Doña Luz Marina o ‘’luzma’’ como le dicen los vecinos, puedo darme cuenta de su talante ‘’berraquito’’, de su tranquilidad para hablar; ella que ha sido comerciante, ciclista profesional, jefe de obra civil, entre otros, desde hace muchos años se ha dedicado a contar a través de una cámara lo que tal vez muy pocos se atreverían o les interesaría, entre otras, las historias de violencia de su barrio.

‘’Pura goma’’ fue la motivación para empezar a contar historias a través de la cámara, sin mucho conocimiento técnico pero con las ganas de contar, ¿Qué?, no se sabía, pero contar era lo importante; la construcción del parque, las escaleras que facilitaban el acceso al barrio, registrar el proceso de construcción de su casa en arborizadora baja, bueno, de su segunda casa, la primera que estaba ubicada en ‘’sierra morocha’’ como  dice ella refiriéndose al barrio sierra morena, la tuvo que dejar por amenazas contra ella y su familia por meterse con gente ‘’seria’’ del sector,  una banda de ‘’fleteros’’ que le dio el ultimátum, ‘’se va o se muere’’, la decisión aunque difícil fue rápida. De esta manera  se convirtió en una cifra más del desplazamiento a causa de la violencia en nuestro país que no únicamente genera la migración de las familias de su sitio de origen, sino que genera mayor delincuencia ya que los jóvenes no cuentan con oportunidades de estudio, de trabajo, de distracción y/o de aprendizaje. Dice Luz Marina ‘’esto genera el nada que hacer y allí empiezan todos los problemas, los pelados se meten a parches, pandillas, a robar, las niñas a ser madres adolescentes, se prostituyen, se genera micro tráfico, surgen bandas dedicadas al fleteo’’, para ella la principal responsabilidad de esta situación la tienen los medios,  ‘’son los que prenden esa llama, ya que al igual que lo que pasa arriba en sierra morena, no generan ningún tipo de alternativa, por ejemplo la televisión que es lo único relativamente gratis carece de contenidos culturales o pedagógicos que les motive otro tipo de pensamiento, por el contrario los jóvenes toman como referente seriados y novelas donde se pone de relieve el poder que posee el narco, el asesino, el ladrón y pues obviamente ante la falta de oportunidades quieren copiarlo, realmente una cagada’’.

La violencia entre guerrilla, paramilitares y ejercito no es ajena al sector de Ciudad Bolívar, es allí donde van a parar los miles de desplazados de la zona rural que buscan la estabilidad y la tranquilidad para sus familias y es de esa manera como Luz Marina empieza a enterarse de esa verdad que no cuentan los medios, de conocer de primera mano las historias narradas por sus protagonistas y es así como surgen las historias ‘’reales’’ aclara.

 



 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

   Foto de Luz Marina Ramírez.

 


En 2007 lo que había iniciado como un ‘’engome’’ que le servía para contar las historias de su barrio le sirvió para amplificar la problemática de su entorno a través del proyecto ‘’la ciudad jamás contada’’ del periódico El tiempo, que a su vez le ayudo a hacer visible los problemas que aquejan a su comunidad, ganar reconocimiento como líder comunitaria y  pulir sus aptitudes narrativas. Su mayor referente es la realidad, de la cual su ventana es la más fiel de los testigos, frente a ella se puede ver el decaimiento de su barrio a causa de expendedores de droga, ladrones, asesinos y esa es la realidad que le interesa mostrar, no por rendirle tributo al crimen ni mucho menos, sino con la intención del reconocimiento de la sociedad, con dificultades pero también con valores, algo similar al ejercicio de las personas con adicciones, en el cual el primer paso para su recuperación es la identificación y aceptación del problema. A

La idea de mostrar su entorno, las historias de sus vecinos, amigos y no tan amigos tomó nombre propio, ‘’la vereda films’’ nombre bajo el cual se encauso la iniciativa de retratar en imágenes fijas o en movimiento el acontecer de su calle, su barrio, su localidad, su zona. La investigación es la primera piedra sobre la cual se edifica este proyecto, en esta, Luz marina maneja un sigilo propio de un detective, ya que lo que menos se quiere es realizar movimientos bruscos  que despierten el interés de los delincuentes, podría peligrar la vida de la artista. La presencia del estado en los trabajos audiovisuales del colectivo es nula porque en el día a día del barrio el estado también está ausente, reiterando esa marginalidad de la cual es víctima esta parte de la capital, reafirmando la hipótesis planteada por Oswaldo Osorio en su libro realidad y cine colombiano. Aparte de narrar la ciudad, el colectivo audiovisual propende por el mejoramiento social, enseñando a los niños la técnica audiovisual, esto se hace con dos objetivos principales, primero, alejarlos de las calles y sus potenciales peligros, segundo, mostrarles su rol como agentes de cambio en la sociedad.

Su conocimiento de los movimientos en la localidad, su forma de ver la vida y sus ganas de contar historias ha atraído a realizadores, colectivos, estudiantes, vecinos que se unen a su causa con el fin de robarle vidas a la muerte, de visibilizar los problemas de esta zona que el resto de la ciudad parece haber olvidado o de contar con su experiencia en el relato de historias de barrio, algunas de las herramientas que utiliza para narrar son los documentales que ponen de manifiesto y sin pena alguna los males que aquejan su entorno y los argumentales en los que el humor es uno de los recursos importantes, su premisa es ‘’hay que reírse de uno mismo y de los malos, ellos también tienen sus cagadas’’, pero con esto no pretende restarle importancia o seriedad a los hechos, simplemente sirve para ‘’suavizar’’ la manera de narrar.

 



 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Proyectos. Foto: Alejandra Cuestas Hernández
 

 

Como un ejercicio retrospectivo Luz Marina trae al presente historias que demuestran como la violencia y la muerte con el paso de los años se han robado vidas que dejan una marca imborrable en la comunidad, ‘’Yo tenía un negocio y todos los 31 de octubre tenía como costumbre darle los dulces a los niños y celebrarles el día de las brujas, revisando las grabaciones de esas celebraciones me atrevo a decir que un 40% de esos niños que salen ahí, ya no nos acompañan; El principal valor de su archivo fílmico radica en que allí se esconde un pequeño pero determinante grano de arena en pro de la resolución del latente conflicto armado de nuestra nación, esos videos en los que se cuentan historias de muertos dolidos por sus familias, sus amigos y la comunidad en general, sirven como espejo en el cual los niños y jóvenes del presente pueden ver un futuro que probablemente no quieran vivir, de igual manera los ejemplos de superación de jóvenes que a pesar de las circunstancias adversas, de las pocas oportunidades, de vivir en zonas de candela, supieron pelearle a la vida y triunfaron: ingenieros, deportistas, arquitectos, maestros, entre muchos más.

La tarea nunca acabara para Luz Marina y  su colectivo de realización, cada día vendrán más niños a los cuales alejar de las malas influencias y los malos caminos, vendrán más realizadores con ganas de conocer otros tipos de narraciones, vendrán más estudiantes con ganas de conocer su historia y sobre todo vendrán más oportunidades para contar esas historias que los demás no quieren contar.

 

 

 

 

 

 

 



 

Aquí puede escuchar la entrevista completa Con Luz Marina Ramírez, creadora y directora de ‘’la vereda films’’.

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